El número de estudiantes internacionales en la UC San Diego cuyas visas han sido revocadas se ha disparado a 35 y podría ser mayor. A un estudiante de la Universidad de San Diego también se le ha cancelado la visa, mientras la istración Trump busca expulsar a cientos de estudiantes internacionales de los campus de todo el país.
A principios de este mes, la UC San Diego anunció la cancelación sin explicación de las visas F-1 de cinco estudiantes y la deportación de uno. La semana pasada, a cuatro estudiantes de la Universidad Estatal de San Diego también se les revocaron las visas.
Para el miércoles, el número en la UC San Diego había ascendido a al menos 35, según el Sistema de Información de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS), una base de datos federal istrada por el Departamento de Seguridad Nacional, según informó la universidad a The San Diego Union-Tribune. La universidad añadió que esa información tenía cinco días de antigüedad.
“También hemos deportado a un estudiante”, añadió la universidad. “El gobierno federal aún no ha explicado los motivos de estas cancelaciones. Se ha notificado a los estudiantes y estamos trabajando directamente con ellos para brindarles apoyo”.
La noticia fue reportada inicialmente el miércoles por The Guardian, un periódico universitario que ha estado luchando por sobrevivir.
“Las vidas de los estudiantes cuyas visas han sido canceladas han quedado destrozadas”, declaró al Union-Tribune el Dr. Wael Al-Delaimy, epidemiólogo de la Facultad de Salud Pública.
“Vinieron aquí para estudiar y terminaron obligándolos a irse sin el debido proceso. Esto aumentará el miedo y la ansiedad de los futuros estudiantes que quieran venir aquí”, añadió.
Esta preocupación fue compartida por otros profesores en una emotiva reunión del Senado Académico de la universidad el martes por la noche.
Algunos advirtieron que la universidad está bajo ataque, lo que podría disuadir a muchos estudiantes internacionales de asistir.
La universidad cuenta con casi 7200 estudiantes de otros países, y muchos son cruciales para la investigación de UC San Diego, especialmente en salud, medicina e ingeniería. Los estudiantes internacionales pagan más de $40,000 al año en matrícula y cuotas, aproximadamente el doble que los residentes de California.
El Senado Académico, un órgano asesor compuesto por profesores con escaso poder político, respondió a las preocupaciones aprobando una resolución no vinculante dirigida al rector de la universidad, Pradeep Khosla. El profesorado la calificó como una expresión simbólica de sus valores.
Esta medida establece, en parte, que el rector debe declarar públicamente por escrito que se negará a cumplir con cualquier exigencia del gobierno federal que no sea una orden judicial o citación, ni a proporcionar información que identifique o ubique a estudiantes, profesores y personal motivada por su visa, estatus migratorio o actividades en el campus.
La universidad no respondió a la pregunta sobre si Khosla consideraría escribir dicha carta ni a la solicitud de una entrevista. El rector ha rechazado cinco solicitudes anteriores.
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